El 4 de Febrero de 1955 (meses antes de que la Fusiladora asalte al gobierno democrático de Perón) se expropiaba el grupo "Bemberg" (dueño de lo que es hoy la Cervecería Quilmes). Fue quizás la nacionalización de esta empresa el proceso del conflicto más importante llevado adelante contra un conglomerado empresario en la Argentina.
Se la intento presentar como una venganza de Evita (la cual ya había fallecido) o como el antojo del poder concentrado que tenia Perón, pero en realidad el proceso se inicio en la década infame, en 1937, cuando ante una denuncia en los tribunales de justicia el gobierno nacional inicia un reclamo por la evasión del impuesto y la transferencia gratuita de bienes mediante la constitución de sociedades anónimas con residencia en el extranjero… los holding de esa época utilizaban esta forma para robarnos.
Después se paralizo el trámite pero no la condena de la opinión pública que lo convirtió en uno de los escándalos económicos de esa triste década.
Si bien Perón ensayó diversos instrumentos de contralor comercial y financiero de las grandes empresas, eludió la expropiación y la nacionalización de grandes sectores de la industria como la del cemento, los frigoríficos y, en gran medida, las compañías de electricidad, pero no dio igual trato a la empresa del Grupo Bemberg, ya que se habían convertido en un símbolo de la influencia política del poder económico antes del advenimiento de la Nueva Argentina.
Cuando en 1952 se sanciona la ley 14.122, (la que dispone la liquidación del grupo Bemberg) el estado adquirió las empresas a precios bajos y su Nacionalización permitió poner en marcha algunos de los objetivos más ambiciosos del peronismo en cuanto a la participación obrera.
Cuando la Libertadora en 1955 usurpa el poder se esperaba que todo volviera a manos de los Bemberg pero Aramburu no lo hizo, si por supuesto anulo los contratos pero a la Familia Bemberg no le devolvió nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario