sábado, 11 de enero de 2014

Pensar la patria... José Martí

José Julián Martí Pérez (n. La Habana; 28 de enero de 1853 – m. Dos Ríos; 19 de mayo de 1895) fue un político liberal, periodista, filósofo y poeta cubano, creador del Partido Revolucionario Cubano y
organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria. Perteneció al movimiento literario del modernismo.
Dejamos algunas de sus frases:

«Ayudar al que lo necesita no sólo es parte del deber, sino de la felicidad».
«Buscamos la solidaridad no como un fin sino como un medio encaminado a lograr que nuestra América cumpla su misión universal».
«De América soy hijo y a ella me debo».
«El amor, madre, a la patria, no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisan nuestras plantas».
«El arma es para herir, y la palabra para curar las heridas».
«El derecho del obrero no puede ser nunca el odio al capital; es la armonía, la conciliación, el acercamiento común de uno y del otro».
«En política, lo único verdadero, es lo que no se ve».
«Es la hora de los hornos y no se ha de ver más que la luz».
«Es la hora del recuento y de la marcha unida y hemos de andar, en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes».
«Hacer es la mejor manera de decir».
«Haga cada uno su parte de deber, y nada podrá vencernos».
«Haga hombres, quien quiera hacer pueblos».
«Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro».
«Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene».
«Juntarse esta es la palabra del mundo».
«La crítica es el ejercicio del criterio: destruye los ídolos falsos, pero conserva en todo su fulgor a los dioses verdaderos».
«La fama es un mito inútil».
«La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes».
«La ignorancia mata a los pueblos».
«La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía».
«La libertad no puede ser fecunda para los pueblos que tienen la frente manchada de sangre».
«La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida».
«La palabra no es para encubrir la verdad, sino para decirla».
«Las verdades elementales caben en el ala de un colibrí».
«Para los niños trabajamos, porque ellos son los que saben querer, porque ellos son la esperanza del mundo».
«Raro don es la justicia. Todo hombre tiene un poco de león, y quiere para sí en la vida la parte del león. Se queja de la opresión ajena; pero apenas puede oprimir, oprime. Clama contra el monopolio ajeno; pero apenas puede monopolizar, monopoliza: No en balde, cuando el libro de los hebreos quería dar nombre a un varón admirable lo llamaba "un justo"».
«Ser culto para ser libre».
«Sin patria, pero sin amo».
«Toda madre debiera llamarse Maravilla».
«Todo hombre verdadero debe sentir en su mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de otro hombre».
«Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra».
«Vale más un minuto de pie que una vida de rodillas».
«Ver con calma un crimen es cometerlo».
«Yo quiero unir mi destino al de los pobres del mundo».
«Y pongamos alrededor de la estrella, en la bandera nueva, esta fórmula del amor triunfante: 'Con todos y para el bien de todos'».

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