miércoles, 5 de febrero de 2014

Bob Marley, pensar la música...


Bob Marley nació en una pequeña localidad al norte de la isla de Jamaica, hijo de Cedella Booker y de Norval Marley, capitán del ejército británico que se desentendió de él. En 1949 se traslada junto a su madre a Kingston, la capital de Jamaica, instalándose en un barrio humilde. Bob Marley alternó su trabajo en una empresa de fundición con la música, muy influenciado por las audiciones radiales de emisoras del sur de los Estados Unidos. En 1962 realizó una audición para un productor nacional y al año siguiente, formó un grupo llamado "Wailing Wailers", junto a su amigo Neville O’Riley Livingston (Bunny) y Winston Hubert McIntosh (Peter Tosh). En 1966, Bob Marley contrae matrimonio con Rita Anderson y la influencia de las creencias rastafari comienza a reflejarse en su música. Su antigua banda pasa a llamarse "The Wailers". En 1973 iniciaron una gira por Inglaterra y los Estados Unidos, algo inédito para una banda de reggae. Dos años más tarde, Bunny y Peter abandonaron el grupo para emprender carreras solistas y la banda pasó a llamarse "Bob Marley & The Wailers". Bob Marley se convirtió en un promotor de la fe rastafari y un defensor de la paz, hechos que le costaron un atentado en su casa, donde él, su esposa y su representante resultaron heridos por disparos de armas de fuego. Luego de recuperarse, se traslado a Inglaterra, donde permaneció varios años. En 1978 volvió a Jamaica para el "One Love Peace Concert" que le valió la Medalla de la Paz entregada por las Naciones Unidas. Tiempo más tarde, bob fue condecorado con la Orden del Mérito de Jamaica en reconocimiento de su inestimable contribución a la cultura del país. En plena gira por Estados Unidos, en 1981, Bob Marley tuvo una recaída por un cáncer que lo venía aquejando, producto de una herida mal tratada, muriendo en un hospital de Miami (Estados Unidos).



Algunas de sus frases:

Hay dos tipos de dictadores: Los impuestos y los elegidos, que son los políticos.


Cuando una puerta se cierra, aunque no lo veas, otra se abre.



Nadie más que uno puede liberar su mente de la esclavitud.



Levántate, ponte de pie por tus derechos.



Si usted es el gran árbol, nosotros somos el hacha pequeña dispuesta a cortarlo.


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