por Tato Solla (@TatoSolla)
En
una feroz disputa al interior del congreso estadounidense, los republicanos, en
la negativa de tratar el proyecto de salud pública conocido como “Obamacare”,
dejaron sin ley de presupuesto a la potencia del norte.
Por falta de fondos, la Casa Blanca ordenó el “cierre parcial” del Gobierno, cesanteando por tiempo indeterminado a más de 800.000 trabajadores públicos considerados “no esenciales”. Quedaron suspendidos funcionarios de parques y museos, los pagos de pensiones y a veteranos, y desde oficinas públicas de documentos hasta la NASA. Un day-off forzado que no se sabe si cobrarán algún día. No obstante, ni el ejército, ni los guadias del servicio penitenciario, ni los controladores de tráfico aéreo han sufrido el paro de actividades.
El primer
cierre federal en 17 años – el último fue durante la gestión Clinton y duró 21
días – podría llegar a costarle más de U$S 1000 millones a las arcas
púbicas, según informaron de Casa Blanca.
Pero ¿cómo
empezó todo esto? “El presupuesto federal anual que la Casa Blanca envía el
Congreso no es más que una estrategia inicial. En el Congreso, el proceso
arranca otra vez desde cero. Si el control del Congreso se divide en un empate,
como ocurre ahora, no hay presupuesto que pase.” Afirma Rupert Cornwell del
diario británico The Independent, “Hace tres años que no se aprueba un proyecto
de ley de gastos generales. Lo que mantiene en funcionamiento al gobierno son
las “resoluciones concurrentes”, votos parciales y provisionales que
permiten pagar sueldos y gastos mientras que la Cámara de Representantes
–controlada por los republicanos– y el Senado –de mayoría demócrata– discuten
sin ponerse de acuerdo. Pero a la medianoche del lunes, el Congreso no
pudo ponerse de acuerdo y no hubo más fondos.”
La situación
política y económica de los EEUU es aún fragil. Sumado al tenso contexto
internacional que se vive en estos meses, por el conflicto armado en Siria –
conflicto en que un Obama más republicano que nunca pretendía intervenir
militarmente –, la situación económica no es la mejor: la FED no se termina de recuperar
de la crisis financiera de 2008 y el sistema de hipotecas se sigue cobrando
víctimas entre los estadounidenses de clase trabajadora. Y como se mencionó más
arriba, la interna entre demócratas y republicanos, no ayuda. “Insto a los
republicanos a que no paralicen el país”, disparó Obama, y siguió: “Hay que
volver a abrir el gobierno y no ceder al chantaje de parte de los republicanos
(…) Estoy listo para hacer todo lo que hay que hacer para superar el colapso,
por la falta de acuerdo presupuestario en el Congreso”.
El cierre
federal durará en tanto no se destrabe el conflicto en el Congreso
por el proyecto Obamacare y el presupuesto. Ambas partes deberán deponer las
actitudes de intransigencia y negociar políticamente, y ceder lo que deban en
las negociaciones. “¿Qué va a pasar si ya perdiste 6 días de trabajo?” se pregunta
una Elerky Crosby de 66 años, empleada del Sistema Nacional de Salud,
entrevistada en el Washington Post. Otro empleado público, Kevin Bodensen, 57
años, preocupado por la polarización política y sin ver una salida clara
prefiere la protesta: “Voy a hacer lo que nunca hice en mi vida: marchar al
Congreso con una pancarta que diga ‘Ustedes no están haciendo su trabajo / Yo
merezco mi salario’ “.
Saludos desde el Sur
La Presidenta Cristina Fernandez de Kirchner se refirió al conflicto entre el oficialismo y la oposición a interior del congreso estadounidense, en el acto de inauguración de una fábrica de tractores en Gral. Rodriguez. “Tal vez nosotros no somos tan desarrollados, somos sudacas, pero nosotros sabemos que la salud pública es del Estado”, afirmó la mandataria.
Fuentes:
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